Los resultados de una campaña de Social Media no deben disfrazarse con informes que dan cifras o interacciones que no llevan a nada, más aún cuando tu cliente es un grupo de empresas donde hay muchas cabezas pensantes aunque de ésto no entiendan, porque en algún momento si no es uno, será otro el que levantará la liebre.
Una campaña de Social Media es parte de un proceso de comunicación global, con canal y códigos propios que deben ser conocidos por el emisor o profesional dedicado a esta tarea y con un estudio previo del receptor al que quiere enviarse y muy importante, un profesional conocedor de las condiciones especiales a las que nos enfrentamos en un tipo de comunicación carente de lenguaje no verbal.
Ejecutar una campañas de Social Media sin nada que ejecutar, basando las acciones en poner tuits, contestar menciones o subir fotos sin una línea estratégica que conecte al usuario con la marca y lo mantenga, se convierte en una pérdida de tiempo y de dinero para el cliente y cuando el cliente cree que pierde el dinero, llama a un tercero que le explique de qué va ésto.
Dejo aquí unos párrafos de Daniel Goleman en su libro Focus que hacen referencia a ello porque no es que lo diga yo, es que hay trabajos que por muy simples que parezcan, no son ejecutables por cualquiera.