El Whatsapp NO es plano

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Alguien me dijo hace poco que el Whatsapp es ‘plano’ pero no lo es, como bien dice este artículo provoca estímulos y emociones, si no, no lo miraríamos con tanta insistencia.

El Whatsapp estrecha amistades pero también manipula, por su inmediatez es el repositorio de buenos y malos estados anímicos, elimina los ‘vacíos de poder’ de una soledad a veces necesaria y genera espacios de confianza eliminando esa comunicación ‘no verbal’ tan importante en el afianzamiento de la credibilidad de las relaciones. Y sí, también genera espacios de desconfianza y cabreo en los que están con nosotros mientras estamos whatsappeando.

No sé vosotros pero yo alguna vez me he preguntado por qué estoy contando algo por Whatsapp que no contaría o me costaría contar en un cara a cara, alguna vez he hecho oídos sordos a una conversación cuando he recibido una notificación de Whatsapp, más de una vez he recibido una buena bronca por atenderlo repetidamente, quizás yo peco de prudente en no molestar pero el número de llamadas a mis amigos es inferior al de Whatsapps y ya me he encontrado por el camino a quien tiene una doble vida que oculta con mimo por «el qué dirán», no sé si hay muchos ‘desayunos con diamantes’ pero sí hay muchas noches con Whatsapp.

Hay quien denomina a Whatsapp una red social privativa solo por el mero hecho de poder conectar a más de dos personas pero no estoy de acuerdo, es un chat, exclusivamente éso. Es la herramienta de los tímidos e introvertidos para crear relaciones, es la herramienta en la que la kinésica es sustituida por símbolos como «!!! o ????» pero que nunca traducen realmente el estado emocional del individuo, la herramienta que crea un nuevo espacio en la proxémica: la de la distancia personal ante una pantalla.

Es necesario invertir muchas horas de nuestra vida personal para convertir a un colega o conocido en algo más, para conocerlo realmente, para conocer su entorno,el personal, no solo el profesional, para crear un espacio de confianza donde sentirnos cómodos y la comodidad es directamente proporcional a la credibilidad que nos esté transmitiendo la persona cuando la visualizamos.. En resumen, para ser amigos en la definición más pura del término. Hace poco le decía a alguien a tenor de ésto, «déjate de Whatsapp y vete a conocerle realmente», porque sí, Whatsapp es también una herramienta de seducción masiva.

Como bien dice Carlos García-Hoz yo también vivo con y para la tecnología. Mi vida está relativamente expuesta por lo que he querido contar sobre mí pero aunque puede parecer díficil de creer, soy una persona tímida. Consciente de que las redes sociales han eliminado parte de esa barrera, además del significado profesional que tienen para mi, ha sido una relación consentida. El Whatsapp en cambio, reconozco que a veces, viola mi tranquilidad, incluso el dichoso ‘doble check’ aún sabiendo lo que es, cuando me urge algo me genera ansiedad.

Sí… Whatsapp, eres una buena herramienta pero cada día el uso que hacemos de ti me parece más intrusivo y cada día creo que oculta más de las personas, de lo que muestra.Alguna vez lo he tuiteado: «Querido Whatsapp te inventaron en el infierno y te subvencionaron los laboratorios de ansiolíticos».

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